viernes, 8 de marzo de 2013

Resaca.

Se despertó.
No sabía si quitarse las lagañas con los dedos o un alfiler.
Confusiones producto de la estúpida noche.
No sé si nos entendemos.

Abrió los ojos.
Quizá demasiado tarde o demasiado pronto.
Depende de si hubo espacio para las pesadillas o los sueños.
Deseó café e ibuprofeno.
Pero su estómago le suplicó silencio.

'No puedo cerrar los ojos y seguir ¿soñando?
No. Esto no son sueños, son montañas rusas.' - se dijo.

Se levantó.
La camiseta se volcó sobre su hombro izquierdo.
Todo daba vueltas.
Todo.
Hasta los recuerdos.

Vomitó.
Vomitó el pasado que nunca debió elegir.
Vomitó el presente que nunca debió dañar.
Y vomitó el futuro que acababa de joder.

No sé, quizá no sabía el truco de que un buen apoyo sobre la espalda, nos libra de las montañas rusas.
No estamos preparados para cargar todo nosotros mismos.
Puntos de apoyo.

1 comentario:

  1. Cuanta verdad. Me acabas de enamorar con esta entrada.
    ¡Te sigo!

    http://www.azucarycenizas.blogspot.com.es

    ResponderEliminar